Yo tenía algo más que un alma,
que es igual que decir que era un alma
aquello que tuve y que perdí un día.
Tal vez era una noche, pero no importa.
Miro los espejos, y me muestran un rostro
distinto al amanecer, como si un recuerdo
fuera aquello que soy, o lo que seré.
(Ekaterina Dimitrovna Suslova,
La cruz blanca, 1919)
Vilhelm Hammershoi: Interior (1898)
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