lunes, 24 de agosto de 2020

Lecturas: La República y sus enemigos (Manuel Chaves Nogales)

 

Ahora que se hacen llamamientos a proclamar la república imaginaria de Cataluña o la catastrófica de España, cuando entras en Twitter y encuentras aquella grillera plena de cacareos llamando fascista a quien no coincida con sus opiniones, cuando la Tercera España a la que Chaves Nogales perteneció parece una ocurrencia política, una anécdota de la Historia, una aberración de quien no quiere ser rojo ni azul, ahora que los del otro lado se envanecen con la retórica del Imperio, del cierra España, de llamar Subcampeones de 1939 a los que perdieron aquella guerra que vuelve a asomar su hocico pestilente desde entonces y que fuera desenterrada por capricho de Rodríguez Zapatero tras haberla sepultado Suárez y González, ahora, digo, se hace especialmente oportuno leer este puñado de artículos del gran santo laico de la España insumergible.


Me imagino a cualquier mozalbete de los de ahora, de los de gimnasio y brazos ilustrados por tatuajes, de LOGSE y Twitter, hijo de este siglo, votante de Podemos porque comparte el culto de la arrogancia y la pulsión fácil, instantánea, del calentón y de abajo el capital y de guillotina para los Borbones, ese mozarrón, o moza, que con la educación débil, mínima, sesgada, pueril, que se imparte ahora, digo, mira este libro, su título, su cubierta, y se dice mola, y se cree que los enemigos de la República son los fascistas, el ejército, los tipos esos con las escopetas, ignorando lo que fue la Guardia de Asalto, y se contentará con la versión ad usum populi de que la República se la cargaron los de siempre, los señoritos y los ricos y los fachas, que aquella República fue una democracia estupenda (definición oída a uno de esos ágrafos) que fue atacada por aquellos de loas que Vox es la nueva encarnación. Y así no es raro que vuelvan a arroparse en la retórica del verano de 1936 y demás enormidades.

Por ello, muchachos, muchachas, muchaches, muchachxs (manda cojonxs, proclamo), lean a Chaves Nogales y comprendan, si pueden, que los enemigos de la República fueron el general derechista Sanjurjo con el levantamiento en Sevilla en agosto de 1932, sí, pero también los campesinos que protagonizaron revueltas comunistas en los pueblos de Andalucía, Extremadura e incluso La Rioja, y muy especialmente los comunistas y anarquistas que martirizaron Asturias en octubre de 1934. Todos estos frentes internos los cubrió en sus crónicas, como enviado especial, Chaves Nogales. En todos ellos se avisa de que la radicalidad puede poner en peligro la democracia hasta destruirla. Para terminar de cerrar el círculo con nuestra época, se rellena el volumen con un puñado de entrevistas con dirigentes de entonces (Azaña, Lerroux, Largo Caballero, Marcelino Domingo, Fernando de los Ríos) que muestran la misma capacidad que los de ahora en hablar mucho y decir poco. Eso sí, en noviembre de 1931 el socialista Largo Caballero ya amenazaba con desencadenar una guerra civil. Para que luego digan. Lxs muchachxs.

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