viernes, 30 de junio de 2023

Lecturas: Berta Isla (Javier Marías)

 Una obra maestra. De Javier Marías, inevitablemente. Cuya muerte tras publicar la segunda parte de este díptico, Tomás Nevinson, sirvió para que los méritos apabullantes de la segunda novela sirvieran para rescatar como hito sobresaliente la que nos ocupa. En esta novela densa, con sus párrafos extensos y extremadamente deleitables, es una vez más la identidad el tema. Berta Isla está casada con Tomás Nevinson, un hispano-británico extraordinariamente dotado para reproducir acentos en un número inverosímil de idiomas, de dialectos, lo que lleva a que sea reclutado, arteramente, por el servicio secreto británico, rompiendo con su vida cotidiana, tachándola, convirtiéndolo en un marido y padre intermitente, un fantasma, una ausencia. Berta, nueva Penélope, le aguarda, le espera, le imagina. Y con ella el lector, que tampoco tiene claro si volverá entre la niebla y las múltiples y posibles vidas y nombres quien conocimos como el novio primero y después el marido de Berta, se pasa las páginas acunado por la espera, por la esperanza, de Berta Isla.



Siendo una lectura no fácil, como es marca de la casa en Marías, aquí se hace, pese a la densidad, ameno, y no hay hastío en ninguna página. La clave del libro entero aparece en lo que uno de los reclutadores de Nevinson le dice: Todo sería normal, cuando estuvieras en España. Cuando no estuvieras, no, no te engaño: vivirías vidas ficticias, vidas que no son la tuya. Pero sólo temporales: antes o después las dejarías siempre para regresar a tu ser, a tu antiguo yo.

Con referencias a la novelita El coronel Chabert de Balzac, al regreso de Martin Guerre en la novela de Janet Lewis, a la poesía de Eliot y a Shakespeare, este libro es un tesoro, una invitación al cuestionamiento de los afectos y de la identidad. Una invitación a volver los ojos hacia la que, ay, es la novela terminal de Marías, tan amado por nosotros.