lunes, 26 de diciembre de 2016

Melodías hebreas: de Sefarad a la música klezmer (7): Música litúrgica

La liturgia judía es fundamentalmente musical. E íntegramente en hebreo, con la salvedad excepcional de algunos textos en arameo. El rabino da una entonación musical a los textos que lee, a veces con una velocidad muy alta, y basando el recitado en el melisma aplicado a algunas palabras. Pero es el jazán. o cantor, en quien recae la  función de cantar la liturgia, aportando emoción a la devoción, conduciendo las plegarias. En el ámbito azkenazi, la función del jazán se profesionalizó en la segunda mitad del siglo XIX, merced a la actividad en Viena del cantor Salomon Suizer (1804-1890) hasta el punto de que en algunas comunidades el jazán se llega a considerar como un segundo rabino. 

En el siglo XX, cantores como Gershon Sirota (1874-1943), muerto en el levantamiento del ghetto de Varsovia, alcanzaron amplia fama, hasta el punto de ser considerado el Caruso judío. Más tarde, el primer film sonoro, "El cantor de jazz" (Alan Crosland, 1927), en el que sólo los números musicales y algunas breves frases tenían sonido, popularizó la música litúrgica judía merced al momento, pleno de patetismo, en el que Al Jolson (judío el propio actor y cantante) sustituye a su padre moribundo en la sinagoga en el día de Yom Kipur (el más sagrado del calendario hebreo) para entonar la que quizás sea la más hermosa melodía religiosa judía: Kol nidre (Todos los votos).



El texto traducido es el siguiente:


Nos arrepentimos por el incumplimiento de todos los votos que formulamos, de las obligaciones rituales que contrajimos, de los anatemas en los cuales incurrimos y de los juramentos que prestamos. Desde el último Día de la Expiación, hasta este día de hoy, y desde este Día de la Expiación hasta el próximo Día de la Expiación que nos llegue para el bien y la paz. 

De todos ellos nos arrepentimos. Sean todos ellos absueltos, nulos y sin valor, sin efecto, y sin carácter de obligación.

Nuestros votos que no sean considerados como tal, tampoco nuestras obligaciones ni los juramentos.

Y le será perdonado a toda la congregación de los Hijos de Israel, así como al extranjero que reside entre ellos, ya que todo el pueblo pecó por omisión. 


Es en Estados Unidos donde la coincidencia de una pujante población judía, unida a una industria discográfica especialmente atenta a los diversos públicos, donde el arte cantorial ha alcanzado mayores hitos, como los cantores David Roitman (1884-1943), Israel Schorr (1886-1935), Pierre Pinchik (1893?-1971), Pinchas Jassinowsy (1886-1954), David Kusevitsky (1911-1985) o Moshe Ganchoff (1904-1997). En la actualidad (esta entrada se ha estado escribiendo escuchando sus discos y los de Adolphe Attia), es Benzion Miller quien posee una técnica más depurada y una capacidad vocal más destacable. A continuación, Miller en su sinagoga de Brooklyn acompañado de coro.



Hay otras versiones hermosas de Kol Nidre (aquí, en concierto en la Sinagoga Portuguesa de Amsterdam. El cantor es Alberto Mizrahi, de Chicago. Le acompañan Naftali Herstik y Benzion Miller.



La popularidad de la melodía, con todo, y por méritos propios, en el ámbito de la mús¡ca culta, aunque Beethoven incluyó, para después difuminarla, la melodía en el arranque de su cuarteto de cuerdas op. 311 (también Arnold Schoenberg hará su propia versión (se puede disfrutar en este enlace),  está cimentada en la adaptación que Max Bruch realizó en 1880 y que ha tenido a su vez hermosísimas adaptaciones, como la que podemos escuchar con Jacqueline Du Pré como solista al cello:









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