domingo, 6 de noviembre de 2016

Melodías hebreas: de Sefarad a la música klezmer (1): Judaísmo y música. El origen



Adaptación de la presentación en powerpoint con clips de audio presentada en audición comentada en el auditorio de la Colección del Museo Ruso, Málaga 3 de noviembre de 2016]

      Hoy en día, la división básica, en términos culturales, lo encontramos en el pueblo judío entre sefardíes y askenazíes. Sefardíes de Sefarad, el nombre hebreo de España; askenazíes de Askenaz, el nombre hebreo de Alemania. Pero antes de la diáspora del año 70, cuando una sublevación contra Roma terminó con la destrucción del segundo Templo de Jerusalén, había un único pueblo judío, el de los tiempos bíblicos. Hoy conoceremos las músicas del pueblo judío de entonces y de hoy.

Tres citas sobre la música en el Israel bíblico:

El nombre de su hermano fue Jubal, que fue el padre de los que tocan la cítara y la flauta (Génesis 4, 21)

Y así, cuando el espíritu de Dios asaltaba a Saúl, cogía David la cítara y tocaba con su mano; entonces Saúl se calmaba, mejoraba y el mal espíritu se alejaba de él (I Samuel 16, 23)

Y así, cuando el espíritu de Dios asaltaba a Saúl, cogía David la cítara y tocaba con su mano; entonces Saúl se calmaba, mejoraba y el mal espíritu se alejaba de él (I Samuel 16, 23)


Gerard van Hothorst:
 El rey David tocando el arpa, 1622
Utrecht, Centraal Museum

Observen la lira que sostiene el rey David, instrumento que en hebreo se llama kinnor:  la veremos con variantes en las siguientes imágenes. Fíjense bien en la destrucción de Jericó. Escucharemos esas trompetas en breve…


Así, pues, el pueblo gritó y sonaron las trompetas. Cuando el pueblo oyó el sonido de las trompetas, se puso a gritar clamorosamente, y la muralla de la ciudad se derrumbó sobre sí misma (Josué 6, 3)

La privación de la música como señal de duelo llegará con la cautividad de Babilonia, tras la destrucción del primer templo a mano de Nabucodonosor II en el 587 a C. Fueron 29 años de exilio, pero su huella perduró. En este motete a 6 voces, Palestrina puso música a los versículos del salmo 137.

Salmo 137: Lamento de los cautivos en Babilonia

1. Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sión.
2. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas.
3. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sión.
4. ¿Cómo cantaremos el cántico de Jehová en tierra de extraños?
5. Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza.
6 Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.
Eduard Bendemann:
El duelo de los judíos en Babilonia, hacia 1852
Colonia, Wallraf Museum


Audio: Giovanni Pierluigi da Palestrina: Super flumina Babylonis (Motete a seis voces, 1581)





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