Acaba
de publicarse “Breve Historia de la Cultura en España”, el último libro de
Fernando García de Cortázar, editado por Planeta. Esta obra tiene un interés
muy especial, ya que frente a otros intentos de trazar un panorama de los
logros culturales de los españoles en nuestro largo devenir articulando el
relato de forma cronológica, pasando de un foco de interés a otro, el
historiador bilbaíno ha optado por escoger veinte ciudades españolas para a
ubicar en cada una de ellas un momento preciso, un episodio fundamental, de la
cultura española. De este modo, este libro singular se erige en una singular
guía de la historia cultural de nuestro país a la vez que demuestra que los
logros españoles no irradian desde un escueto puñado de puntos geográficos,
sino que se caracterizan por un intenso dinamismo geográfico. No es baladí el
hecho de que en la nómina de veinte ciudades de las que el libro trata, cinco
sean andaluzas. Con ello, se rompe el tópico que limitaba el alcance de
Andalucía al esplendor cordobés de los Omeyas y a la opulencia sevillana tras
el descubrimiento de América.
De este
modo, el libro hace un recorrido por la geografía española y las épocas con las
siguientes etapas. En la Edad Media, se parte de Santiago de Compostela como
meta de peregrinaciones, se recala en el califato de Córdoba, se presta
atención a Toledo como sede de la escuela de traductores en la que hubo una
auténtica interculturalidad del conocimiento y se localiza en Trujillo, Plasencia
y Canarias las bases que hicieron posible el descubrimiento y conquista de
América. En la monarquía de los Austrias, los lugares decisivos serán la
Granada del Renacimiento, la docta Salamanca de universidad y pensamiento,
Ávila de los místicos, Sevilla de los pícaros, del oro y de Velázquez, Zaragoza
de Gracián y de los Argensola, y México
como centro de gravitación cultural de la España americana. En el siglo XVIII,
la Ilustración anidará en Cádiz, en Madrid y en Gijón. En el problemático siglo
XIX, los protagonistas serán Málaga en el Romanticismo, Santander como foco del
Realismo y Mallorca en la que coinciden los planteamientos del Modernismo y de
los noventayochistas. Finalmente, el siglo XX se reparte entre Bilbao de la
industria y el comercio, Barcelona de la eclosión cultural a espaldas, y a
pesar, de la dictadura franquista y Valencia del futuro y la arquitectura de
Calatrava.
Basta
esta nómina de lugares, esta variedad de instantes, la identificación por
parejas de unos y otros, para captar el interés y la novedad de esta nueva obra
de García de Cortázar, que en el prólogo del mismo señala su intención de
batallar contra el olvido, tras constatar el hecho, indudable, de que
“sorprende que en un país tan propenso a la invención de pasados falsos haya
tan poco amor, tan poco respeto, por las huellas verdaderas del ayer”. Y es que, efectivamente, en contra del olvido
y también de las manipulaciones maniqueas, de todo signo, de la Historia, “este
libro es un paseo por la cultura de España y a la vez un viaje en el tiempo a
través de sus ciudades”. Todo ello con el habitual estilo literario de García
de Cortázar, más cercano al de un escritor de calidad que al fárrago que
habitualmente se atribuye a los analistas del ayer. El resultado son estampas
vibrantes y brillantes, apoyadas por testimonios tanto literarios como
históricos, incluso predominantemente literarios, que sirven al propósito
permanente del autor de desterrar tópicos y enfrentarse de forma libre de
prejuicios, pero siempre apasionadamente, a la realidad secular de España.
Fernando
García de Cortázar (Bilbao, 1942), catedrático de Historia Contemporánea en la
Universidad de Deusto, constituye un caso excepcional entre los historiadores.
En un momento en que el debate entre los historiadores es objeto de atención
incluso entre las páginas de las prensa, con la disputa ocasionada alrededor
del revisionismo acerca de nuestra historia más reciente, García de Cortázar se
sitúa al margen de los enfrentamientos pero sin rehuir nunca una toma de
partido por la objetividad y por la denuncia de las manipulaciones, situándose
por tanto más allá de las trifulcas más o menos oportunistas para adoptar una
visión más amplia, más generosa, de la historia nacional. Director de la
Fundación “Dos de Mayo. Nación y Libertad”, a él se deben éxitos de público
como “Breve Historia de España” (en colaboración con José Manuel González
Viesga), “Los mitos de la Historia de España”, “Los perdedores de la Historia
de España” y la que hasta ahora era su obra más reciente, y por la que en el
pasado mes de octubre fue galardonado con el Premio Nacional de Historia 2008:
“Historia de España desde el Arte”. Su capacidad para comunicar con un público
amplio, aparte de su “Breve Historia de España”, libro que se ha traducido a
una docena de idiomas y que se considera la mejor síntesis de su género, se
puede comprobar con la serie de televisión “Memoria de España”, dirigida por
él, que constituye un caso único dentro de la historia de la comunicación en
España.
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