martes, 11 de marzo de 2025

Lecturas: La verdadera historia de la Pasión. Según la investigación y el estudio histórico (Antonio Piñero, Eugenio Gómez Segura y otros)

 

Quien esto escribe es, por convicción, y tras unos años  –acaso demasiados- de desviación hacia el Judaísmo, soy, decía, proclamo, católico apostólico romano. De ahí que me interese sobremanera Jesús de Nazaret, su contexto histórico que llevó de una herejía judía a una religión universal. Este libro que firman Antonio Piñero y Eugenio Gómez Segura (que se centra en los cultos mistéricos griegos) que incluye textos no poco meritorios de José Ramón Pérez-Accino (sobre cómo la figura de Horus y la muerte de Osiris prefiguran en el antiguo Egipto a Jesucristo e Isis puede ser una prefiguración de la virgen María), Javier Alonso Pérez (con una más que notable introducción al contexto judío de la Pasión) y Domingo Sola Antequera (sobre el tratamiento de la Pasión de Cristo en el cine), debe la mitad de su extensión a Piñero, tal vez el más destacado investigador español de la figura de Jesucristo. Que desmenuza lo que sabemos e ignoramos de aquellas jornadas tomando como base al evangelio más antiguo, el de Marcos, al que supone un texto previo, al que llama premarcano, que servirá de fuente para el mismo y para los de Mateo y Lucas (y menos para el demasiado tardío de Juan). Aquí, Piñero intenta, recurriendo a las diversas fuentes, a la bibliografía y al método filológico, deslindar lo considerado histórico de lo que es pospascual. Así, aplica el criterio de desemejanza o disimiltud, el de dificultad, y el de atestiguación fehaciente, para llegar a conclusiones esclarecedoras, como que Jesús no intentó fundar ninguna religión nueva, sino profundizar y refinar la religión judía o que los sucesos de Jerusalén no transcurrieron en una semana sino en un periodo de alrededor de seis meses, siendo la entrada en Jerusalén en septiembre durante la fiesta de Sucot para concluir durante la de Pésaj, siendo la última cena no una de Pascua judía sino de mera despedida de los discípulos. Todo ello se desmenuza y se narra con claridad, señalando datos asombrosos como que la detención de Jesús se envió, según los evangelios, toda una cohorte romana, compuesta por 600 soldados, lo que sirve para manifestar las inexactitudes y exageraciones que anidan en lo que los cristianos seguimos a pies juntillas.

Es una lectura necesaria, casi imprescindible, este libro. Como lo es, cada día, la del Nuevo Testamento.




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