sábado, 31 de agosto de 2024

Lecturas: Mientras escribo (Stephen King)

 Reconozco el impacto que en mí tuvo la carta al querido y remoto muchacho que Ernesto Sabato incluyó en Abaddón el exterminador. Verdadero manual parta jóvenes escritores en el que se proporcionaban las herramientas para no desistir en el oficio cuando éste no es un pasatiempo sino una necesidad. Este libro de King tiene un valor similar, pero entrando en la mecánica del acto, en su práctica y no sólo en la teórica como hizo mi amado y añorado y nunca lejano amigo. Esta vez, tras un arranque en el que King narra sus orígenes y su degeneración en un adicto a las drogas y al alcohol que escribe compulsivamente, se proporcionan consejos con sencillez, y con ejemplos acaso innecesarios, como la necesidad de revisar y acortar los textos o la pertinencia de no hacer esquemas previos por cuanto encorsetan la ficción. Aquí, con sentencias tajantes, bien razonadas, como La vida no está al servicio del arte, sino al revés, se guía al lector/escritor por el hecho creativo, con consejos especialmente atinados como el de escribir 2.000 palabras diarias, algo que los que alguna vez hemos sido escritores reconocemos como una extensión razonable e incluso óptima. Aquí más que orientar al lector en la lógica interna de algunas ficciones como Misery, se dirige King al lector que quiere ser escritor, con el que comparte las herramientas y orientaciones sabias y generosas. Querido y remoto Stephen, ¡gracias!




viernes, 30 de agosto de 2024

Lecturas: Corazones en la Atlántida (Stephen King)

 En una revista gloriosa como The Magazine of Fantasy and Science FictionCharles de Lint afirmó que este libro es "la gran novela estadounidense de los baby boomers", ya que  "cuando está en la cima de su forma, como ciertamente lo está aquí, él [King] puede ser tan provocador e inspirador como <inserte aquí su autor literario favorito>". Nada menos. Pero no es para tanto. Lo que sí se observa es un intento de King de escapar de los géneros, huyendo de elementos fantásticos pero esta huida es algo frustrado. A través de tres relatos largos y dos muy breves, hace transitar a un puñado de personajes a lo largo de cinco momentos históricos (1960, 1966, 1983, y dos momentos de 1999) desde lo cotidiano hasta lo fantástico, estropeando el relato a medida que los elementos fantásticos hacen su aparición. Así, en la primera de las historias, la más extensa, titulada Hampones con chaquetas amarillas todo es deleitable, con sus notas de extrañeza habituales, hasta que, maldición, aparece el ka (en mi mente, ka-de-los-cojones) y alusiones a la fatigosa saga de La torre oscura. Al menos, ese batacazo desaparece en pocas páginas. La siguiente parte del libro, Corazones en la Atlántida, es el inicio de una historia de amor entre estudiantes que se refugian en un juego de cartas, el de los corazones, para huir de la amenaza del llamamiento a filas en la guerra de Vietnam. Nada que objetar. 



En la titulada Willie el ciego seguimos la doble vida de uno de los personajes que conocimos en 1960. Veintitrés años después, también la vida de Carol, niña que en la primera parte vive una experiencia dolorosa, también vive bajo otra identidad tras su participación en un grupo subversivo. En la cuarta parte,  ¿Qué hacemos en Vietnam? se cuenta la guerra de Vietnam desde sus secuelas y los traumas que deja en las mentes y las almas de sus participantes. Pero King introduce un pasaje que obra en detrimento de esta historia y daña la experiencia de la lectura del libro entero, a través de una avalancha heterogénea de elementos que caen del cielo y que constituye, a mi juicio, una de las mayores torpezas, una de las más ridículas, de la bibliografía de King hasta el momento. Para cerrar el volumen, el relato Se ciernen ya las sombras de la noche devuelve la cordura a este volumen desconcertante a través de la emoción. 

jueves, 15 de agosto de 2024

Lecturas: La turista (Yun Ko-eun)

Literatura surcoreana. De hoy, de autora joven. Vendida la novela, primera publicada en español de Yun Ko-eun, copiando lo que dice la faja, como UN VIAJE DE LUJO A LA BOCA DEL LOBO. Llega la autora coreana más salvaje, incorrecta, vitriólica, «ultraincisiva y altamente literaria» (Refinery29) con el mejor libro del año según Harper’s Bazar y Entropy. «Frescay afilada, [...] ingeniosa y absurda. Un eco-thriller entretenidísimo».Saba Ahmed, The Guardian. «Sobria pero provocadora, Ko-eun ofrece una sátira perspicaz [...] que combina hábilmente lo absurdo con el horror absoluto. Con un escenario isleño fascinante y catastrófico, La turista indaga en el coste humano del turismo».Publishers Weekly. «Esta novela-petardo no podría ser más pertinente».Sarah Neilson, Shondaland.



Conste que amo Corea del Sur, un país que he visitado siete veces, y que algunos de mis mejores amigos son coreanos. De ahí que no dudara en comprar y leer esta novela. Que no es como la faja promete y que se lee con el mismo hartazgo que las de J. G. Ballard. Aquí sólo hay eso: gelidez, concisión, personajes que se sabe lo que piensan pero no lo que sienten. Bajo la máscara de una crítica al capitalismo, a cómo las empresas no dudan en sacrificar vidas y acaso emociones con tal de tener beneficios, asistimos a un viaje a una fantasmal isla convertida en tablero para el negocio. Poco más. La protagonista, la programadora de viajes, Yona Ko, ni emociona ni apenas interesa. Que acá y allá mueran sin avisar personajes importantes es incluso algo que se agradece. Poco más.


Lecturas: La chica que amaba a Tom Gordon (Stephen King)

 Una novelita leve, concisa, eficaz. Que no perdura en la memoria pero que deja una gratísima impresión. Con economía de medios, nos muestra las semanas que una niña pasa perdida en una zona boscosa, acompañada por una radio a pilas y la presencia imaginaria de Tom Gordon, un jugador de beisbol de quien es seguidora. Aquí, el elemento sobrenatural está ausente, o reducido a la interpretación de una rara figura que comparece en las páginas finales. En todo caso, no importa: aquí el miedo es tangible, basado en elementos reales como los insistentes mosquitos, el calor, el frío, el desconcierto, la desesperanza. Nada más. Y nada menos.



domingo, 11 de agosto de 2024

Lecturas: Ha estallado la paz (José María Gironella)

 En el prólogo, Gironella anuncia una enormidad: seguir la saga de la familia Alvear hasta el día en que se produzca la sucesión en la Jefatura del Estado. Háganse una idea: si este tercer tomo se inicia el 1 de abril de 1939 (Día de la Victoria) y concluye el 12 de diciembre de 1941, y ocupa 801 páginas en la edición de Booket, ¿cuántos tomos hubiera requerido para alcanzar el 20 de noviembre de 1975, fecha en que Franco pasó a peor vida?, ¿cuántos miles de páginas? Y todo ello sin salir (apenas) de Gerona (que tampoco es Macondo). Se ve que el desinterés de los lectores tras este volumen publicado en 1966, al que seguirá otro, Los hombres lloran solos, que aparecería en 1986 sin pena ni gloria, le convencieron de la insensatez de estirar el chicle hasta convertirlo en una piedra insípida. Porque este tercer libro es justamente eso, un tráfago, una acumulación de palabras y personajes que se siguen sin interés deseando que Hitler invada Polonia y más adelante la Unión Soviética y más adelante Japón Pearl Harbor, con tal de que el letargo palabrero de los personajes se sacuda y la Historia insufle vida a las historias. Pero ni siquiera la partida a la División Azul de algunos personajes, ni el intercambio epistolar desde el exilio sirven para levantar esta novela fallida que da lástima en su fracaso. De nada sirve la naturalidad, sin moralismos ni condenas, con que se trata la homosexualidad de un personaje, o el descreimiento de otro, para salvar este libro del contenedor azul. 


PD: en las entradas dedicadas a Gironella he usado conscientemente Gerona, y no Girona, al aceptar lo que la Real Academia Española dictamina sobre Gerona: Nombre tradicional en lengua castellana de la provincia y ciudad de Cataluña cuyo nombre en catalán es Girona. Salvo en textos oficiales, donde es preceptivo usar el topónimo catalán como único nombre oficial aprobado por las Cortes españolas, en textos escritos en castellano debe emplearse el topónimo castellano. El gentilicio, para todo tipo de textos, incluidos los oficiales, es gerundense.

jueves, 8 de agosto de 2024

Lecturas: Un millón de muertos (José María Gironella)

 Dicen, sólo dicen, que Franco, al leer esta novela, declaró que justamente así fue la Guerra Civil española. En todo caso, aquí Gironella sigue el devenir de los hechos con un tono desconcertante, sin profundizar en el drama y haciendo de la guerra un marco desconcertantemente neutro, desprovisto de dolor, de épica, de rabia. Pero sin obviar la mención de los principales acontecimientos y obviando otros como las sacas de las cárceles y su consecuencia de las matanzas de Paracuellos o el terror de los paseos en Madrid y otras ciudades. En cambio, sí se habla de las checas aunque sea con ese mismo pudor. Pero lo más notorio de este relato que sitúa escenas en el frente de Aragón, en Madrid, en Burgos, en Teruel, en Pamplona, es su crítica a la visión estratégica de Franco, acusado de ir dilatando a sabiendas su triunfo con tal de garantizarse la eliminación y la sumisión del enemigo. Algo que también será la tesis de la sobresaliente Leyenda del César visionario de Francisco Umbral. Pero que Gironella lo haga en fecha como 1960, que es cuando terminó la redacción del libro, delata su honestidad. Como también su declaración de que el millón de bajas del título se refiere a que el medio millón de muertes que supuso entre los dos bandos debe duplicarse para considerar también víctimas al otro medio millón de españoles que mataron a sus hermanos en nombre de ideales que no merecían tal sacrificio, tal desdicha. 

Lo que sucede a la familia Alvear desde la retaguardia de Gerona poco importa, por mucho que Gironella quiera entretenernos con las cuitas de sus muchos personajes. 



martes, 6 de agosto de 2024

Lecturas: Los cipreses creen en Dios (José María Gironella)

 Tantos años viendo los tres tomos de Gironella en casas ajenas, los dos títulos primeros abracadabrantes para un niño (¿cómo va creer en Dios un árbol, y no son demasiados y en números redondos esos muertos?). Tantos años rehuyendo caer en ese gusto tal vez ramplón, tal vez anticuado, seguramente franquista, sin saber que daba la espalda a una posible obra maestra, tal vez a tres. Porque esta primera parte de esa trilogía lo es. Sin duda alguna. Y la pacata y variopinta familia Alvear, de Gerona, tiene vida propia con el padre, Matías, en la izquierda moderada, puede que krausista y algo escéptico, la madre doña Carmen Elgazu, católica a machamartillo y roma con una fe, y un carácter, algo bovina, el hijo mayor, Ignacio, algo tarambana y desnortado, el hijo segundo, César, dechado de santidad y la hija, Pilar, efervescente. A todos ellos los rodean una serie de elementos que caerán en el extremismo, desde el Responsable anarquista, el comisario Julio García con apuntes de comunismo, los utópicos extremistas David y Olga, el falangista Mateo, el chequista Cosme Vila, el pelele rojo Gorki y tantos otros. 



Este caleidoscopio, escrito sin entrar en soflamas patrióticas, entre 1949 y 1952, es un prodigio literario, un ejercicio de generosidad que describe tanto la pasión de las izquierdas como la de los derechistas. El resultado catastrófico de la II República española, a la que se sigue en su deriva desde unos días antes de su proclamación hasta el 30 de julio de 1936, se contempla desde las dinámicas enfrentadas de los extremistas de ambos extremos, con el fatalismo de su resultado detestable. Basta con leer las opiniones de los lectores para comprobar que cuanto dice Gironella tiene un eco en nuestros días, casi una premonición de otro desastre. Lo que hace necesaria esta lectura y convertirla casi en un deber ético y político. Según la propia editorial, es La novela española más leída del siglo XX. Parece mentira, entonces, que hayamos olvidado este aviso. Españolito que vienes al mundo...