Además
del clásico de Philip K. Dick, quien en el delirante final de su vida, marcado
por consumo de drogas y alucinaciones religiosas, llegó a creer que vivía
realmente en un universo ucrónico en el que el Imperio Romano pervivía en el
momento de su muerte en 1982, la ucronía como género literario dará en el siglo
XX títulos tan interesantes como “Lo que el tiempo se llevó” (XXX) de Ward
Moore en el que un viajero en el tiempo altera involuntariamente la Guerra de
Secesión norteamericana llevando a la Confederación a la victoria (estos
Estados Unidos son objeto de un una reciente película, “C.S.A. (Confederate
States of America)” en la que se llega a mostrar, como en un falso documental,
venta de esclavos a través de teletienda), “Patria” (1992) de Robert Harris,
ambientada en la Alemania de los años 60 que sigue siendo nazi, al igual que
sucede en la antología “Hitler victorioso: once relatos de la victoria alemana
en la Segunda Guerra Mundial” (1988),
“Pavana” (1968) de Keith Roberts donde se muestran los efectos de una
conquista española de Inglaterra gracias a la exitosa Armada Invencible, con el
resultado de que la Revolución Industrial se da mucho más tardíamente y el peso
de la Iglesia católica, Inquisición incluida, es abrumador. Acaba de aparecer
en español “Britania Conquistada”, del especialista en el género Harry Turtledove,
una ucronía muy sugerente y documentada en que la Invencible triunfa, España ha
asentado su dominio en tierras inglesas, la reina Isabel I está prisionera en
la Torre de Londres, los ánimos de los nacionalistas ingleses empiezan a
inquietarse y el servicio de espionaje español encomienda una obra que alabe
las virtudes de Felipe II que encarga a William Shakespeare al que se le sitúa,
para comprobar su fidelidad a la monarquía hispánica, al capitán Lope de Vega.
Por otro lado, las ucronías españolas tienen excelentes ejemplos en dos novelas
de 1976, “En el día de hoy” de Jesús
Torbado y “El desfile de la victoria” de Fernando Díaz-Plaja, ambas bajo la
premisa del triunfo republicano en nuestra Guerra Civil. La más reciente y
valiosa, literariamente, de las ucronías viene de la mano de Philip Roth con su
novela “La conjura contra América” en la que Roosevelt pierde las elecciones de
1940 y es elegido presidente Charles Lindbergh, que mantiene una política
neutralista en la guerra, filonazi y atrozmente antisemita.
CSA (Confederate States of America)
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