domingo, 27 de abril de 2014

Lecturas: Fábulas y cuentos (G. K. Chesterton)

Por reaccionario, por ortodoxo, por irónico, por creyente, siempre me ha gustado Chesterton. Convertido en faro y epítome de una cierta inteligencia que aún busca su nombre, sus textos breves, recopilados aquí, suponen un festín literario. Aunque a veces se nota las ganas de provocar, de incordiar, de poner en evidencia a sus muchos adversarios, es cuando huye de su capacidad como polemista cuando más brilla. En esta recopilación, los relatos pueden gustar o no gustar, pero siempre desconciertan. Entre los 32 que lo integran, destaco, por extraordinarios, dos: "Nostalgia de casa" y "Cómo descubrí al Superhombre". 


El primero es una vibrante y sencilla fábula sobre alguien que decide hacer el viaje más breve y más extenso posible. Desde donde está hasta donde está. Avanzando siempre, sin desviarse, teniendo como guía y propósito regresar al hogar. Aquí, un fragmento especialmente hermoso: 

"-Oh, Dios, creador mío y de todas las cosas, escucha cuatro cantos de alabanza. Uno por mis pies, por tener­los doloridos y lentos, ahora que se acercan a la puerta; otro por mi cabeza, por tenerla inclinada y cubierta de canas, ahora que Tú la coronas con el sol; otro por mi corazón, porque le has enseñado con el dolor y la espe­ranza dilatada que es el camino lo que hace el hogar, y otro por esa margarita que hay a mis pies".

El segundo ilustra aquel juicio que Borges formuló sobre nuestro autor: "Chesterton se defendió de ser Edgar Allan Poe o Franz Kafka, aunque algio en el barro de su yo propendía a la pesadilla, algo secreto, y ciego y central". Con sorna, el narrador, en primera persona, el propio Chesterton al fin y al cabo, anuncia que ha encontrado el Superhombre que propugnaban George Bernard Shaw y H. G. Wells (he aquí, por su nombre, dos de los adversarios a los que antes me refería). La elíptica, definida por ausencias, figuración del Superhombre y el brusco, y casi brutal, desenlace de la historia hacen merecedor a este relato de figurar en la más exigente antología de la literatura fantástica.  


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