martes, 25 de agosto de 2015

Curso urgente de costura

No soy judío. Todavía no. Pero me siento judío. Por lo tanto, soy judío, más allá de tribunales de conversión y cirugías. Yo, Mario Virgilio Montañez Arroyo. Hijo de una familia católica más o menos (más menos que más) practicante. Español, malagueño de los dos siglos. Ello sirve, aquí, en mi áspera patria, para ser considerado un apestado. Para ser perseguido, acosado, insultado. Como en la Alemania nazi. O como en los tweets del concejal Zapata, tan acordes con aquellos tiempos de camisas pardas (véase) No, no exagero, no me dedico al victimismo. Basta con mirar el caso Matisyahu. 



Cuando a un judío, y sólo a un judío, por serlo, se le exige que comulgue con ciertas ideas, con ciertos dogmas. Que abomine del sionismo. Vean las imágenes de este comentario que quiero, que deseo, que necesito, breve. En la portada del semanario nazi “Der Stürmer”, de 1934. El titular, traducido, pregunta “¿Quién es el enemigo?” El artículo que lo sigue responde que el judío. El titular a pie de página asegura “El judío es nuestra desgracia”. Las demás páginas, con sus estereotipos, van en consonancia con el espíritu de estos días, cuando el antisemitismo nuestro de cada día ha quedado en libertad durante varias jornadas.


Matisyahu (a quien hace unos años escuché en discos en los que lucía modos y mensajes jasídicos) es el enemigo. El que nos representa a todos los que queremos creer en la fe de Abraham. No, yo no he sido Charlie. Je ne sui pas Charlie. Pero soy Matisyahu. Si eres ateo, o eres mormón, o católico, o musulmán, te respetarán. Más o menos. Pero si eres judío te llevarán, simplemente para hacer lo que sabes, a formular una autocrítica. A renegar de tus convicciones políticas. Y después ya se verá. Si eres Capleton y eres jamaicano y en tus letras dices cosas como  “Deberías saber que Capleton quema a los maricones, y que el mismo fuego le pegaré a las lesbianas, a  todos los maricas y sodomitas yo mataré”, o bien "Quema a un marica, desangra a un marica, los maricas están follando y chupando muchos coños”, o si eres también jamaicano y negro y eres Jah Cure y has cumplido prisión por violación tampoco te pasará nada (Véase). Te admitirán en ese festival español. Si eres musulmán no te pedirán que aceptes al Estado de Israel, que abomines de las tropelías del llamado Estado Islámico, no, ¿para qué?  Pero si eres judío y dices, como yo he dicho, que amas a Israel serás entonces perseguido. Ya puedo, ya podemos todos los que no comulguemos con las ideas totalitarias de los antisemitas de hoy, estrictamente izquierdistas,  ir cosiéndonos la estrella amarilla.







No hay comentarios:

Publicar un comentario