miércoles, 4 de agosto de 2021

Lecturas: El fugitivo (Stephen King)

 King vuelve a ser distópico. Como lo fue en la novela hermana de ésta, La larga marcha. Como en aquella, hay unos Estados Unidos que no se sabe si están dominados, como en la otra historia, por un dictador pero sí están sumidos en una crisis económica implacable, en la que a la población se la mantiene sumisa merced a concursos de televisión. ¿Les suena? No hace falta, ejem, más que asomarse a la ventana. La acción sucede en 2025, no digo más. Y si quieren ver, ya, hoy, esa América mísera vayan a Street View y tecleen Skid Row, u Hotel Cecil, en Los Angeles. Ahí tienen el 2025 de King. 

Es en ese contexto, que un americano tipo, otro John Doe, llamado esta vez Ben Richards, se apunta a uno de esos concursos que pueden acabar en mutilación o muerte. Le cae en gracia el titulado El fugitivo: una persecución a muerte. Todo para conseguir los medicamentos que puedan salvar a su hija, afectada de algo tan simple como una neumonía. La persecución es implacable, la capacidad de resistencia de Ben es extraordinaria. Sangre y horror, violencia sin tasa. Al final, Ben decide morir matando, en una escena que se adelanta a un día de septiembre de 2001. Ya ustedes saben. Como en otros títulos de King b(un Frank Capra anfetamínico), es nuevamente la capacidad de resistencia del individuo contra la fuerza del Leviatán. Como siempre, muy recomendable. El libro y la resistencia.



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