Es curioso este libro de Auster. Que pasó sin pena ni gloria hace un par de años, cuando salió y yo, que espero como agua de mayo que se repita cada año la magia que sentí con algunos de sus libros, no me enteré. Tal vez esa indiferencia se debió a que no es un libro de ficción, o a que este fragmento de autobiografía carece del tono que tuvo el bastante destacable (una forma de decir sí pero no) "Diario de invierno". Aquí se narra, sin demasiada convicción, los años de infancia del autor y dando un salto un episodio de su juventud en el que estuvo en París y a la vez a punto de ser juzgado por una algarada estudiantil. Todo ello sin brío, casi sin convicción, sin capacidad de evocación apenas. Una lástima. La voz de un narrador con estilo y capacidad sobresaliente sólo asoma cuando incluye, sin por qué, o apenas con una explicación suficiente, tipo "hay una película que me impresionó entonces, y trataba sobre..." , el relato de dos películas, "El increíble hombre menguante" y "Soy un fugitivo". Ahí sí es eficaz, pero lo que cuenta no es interesante cuando ya se conocen esas películas. El episodio parisino, contado a través de cartas que le envió a su novia, y posteriormente primera esposa, aunque trate sobre su iniciación como escritor, no interesa, no convence. Por primera vez, y tal vez última, un Auster que se lee con hastío. Y que tal vez escribió con esa misma desgana que contagia al lector.
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