Janis Joplin murió dos semanas después que Jimi Hendrix. Una voz desgarradora, un mito trágico que se deja querer y añorar
Dos semanas después de la conmoción de la muerte de Jimi Hendrix, la conmoción se convirtió en estupor ante la noticia de una nueva víctima de la cultura joven que aspiraba al amor indiscriminado y se convertía en un infierno de degradación e iniquidad según sus detractores. Janis Joplin, una de las más intensas cantantes de blues que han visto los siglos, una criatura tocada por el don de la emoción desbocada, era encontrada muerta el 4 de octubre de 1970. También en una habitación de hotel, el Landmark Motor Hotel, en Los Angeles. El dictamen médico mencionaría una sobredosis accidental de heroína. Nacida el 19 de enero de 1943, sólo dos meses después que Hendrix, en Port Arthur, Texas, en una familia de clase media sin problemas, su historia es la de una adolescente solitaria y tímida que se refugia en la poesía y el blues y que a los diecisiete se escapa para cantar en bares de Houston y Austin, ahorrando para poder instalarse precariamente en San Francisco, capital contracultural de la nación, donde se aficiona a las anfetaminas, es expulsada de colegios y se adentra en el circuito de los locales de blues.
La maja bebida, 1968
Cinco años después vuelve a Texas dispuesta a ser una buena chica limpia de anfetas y de alcohol. Ahora, su voz honra a una banda de country hasta que se enrola en un grupo creado ex profeso, “Big Brother and the Holding Company”, que en 1967 saca su primer disco. Son tiempos de psicodelia, de canciones que Janis aúlla, que hablan de desgarro y dolor. En 1968, el segundo disco, “Cheap Thrills” es un rotundo éxito, que afecta a Janis, convertida en un ser salvaje y endiosado, con una sexualidad ambivalente y feroz y que llevará a la disolución de la banda en 1969 después de haber actuado en Woodstock. El nuevo proyecto se llamará Kozmic Blues Band. La crítica se queda fría ante el nuevo disco, “I Got Dem Ol’ Kozmic Blues Again Mama!”, pero el éxito de público es notorio. Para entonces, Janis está fuera de control. Janis llegaría a decir que era una mujer que hacía el amor sobre el escenario con 25.000 personas pero que después volvía sola a casa. En 1970 cambia de grupo. Ahora es la “Full Tilt Boggie Band”. Gira por Canadá con Grateful Dead. La brusca muerte de hace cuarenta años. El 1 de febrero de 1971, cuatro meses después de la muerte absurda de Janis, se publica el álbum póstumo “Pearl”. Una obra maestra absoluta, de una belleza dolorosa y afilada que será un éxito rotundo.
“Piece of my Herat (1968): “¿No te hice sentir que eras el único hombre? ¡Sí! / ¿Y no te di casi todo lo que posiblemente / una mujer puede dar? [...] Me oyes cuando lloro por la noche, / cariño, y lloro a todas horas, / pero cada vez me digo a mí misma que, / bueno, ya no puedo soportar el dolor”. Cry, baby (1970): “¿No sabes, cariño, / que nadie te amará nunca como yo trato de hacerlo? / ¿Quién aliviará todo tu dolor, cariño, y también toda tu angustia? / Pero si tú me necesitas, sabes que siempre estaré cerca / en caso de que me quieras, vamos y llora, llora nene, / llora nene, llora nene, como siempre dices que haces. ”
Piece of my heart
Olvídense de la estética hippie, de la psicodelia. De las drogas. Janis Joplin cantaba blues con arreglos más o menos de época. Con un talento, una autenticidad, una energía, una fragilidad, un cabreo y una ternura como nunca se han visto. Oírla es quererla. Es gozar, amar, sufrir. Es recordarla, con unas flores y unas perlas dejadas sobre la tierra.
Artículo publicado er diario Sur el 18 de septiembre de 2010
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