Una revisión del Mr. Hyde y el Dr Jekyll de Stevenson. Sobre ruedas. La casa encantada, el escenario de muertes, que va deslizando la maldad en sus moradores, ese eterno tema de las literatura fantástica del que ya vimos algo en ERl misterio de Salem's Lot, puede ser también un coche. En este caso uno rojo, un Plymouth Fury de 1958 que va rejuveneciendo desde los lejanos días en que fue un auto mimado en el que una niña murió atragantada por una hamburguesa y en el que una madre se suicidó con monóxido de carbono. Un auto cuyo cuentakilómetros va descontando distancias y que va introduciendo en su conductor, un estudiante e hijo modélico, la maldad de su anterior propietario. A la vez, es una revisitación de El retrato de Dorian Gray. La autorregeneración del coche, de Christine, va en consonancia con la podredumbre moral de Arnie Cunningham. Por fortuna, hay alguien dispuesto a frenar a la bestia. Todo ello con el sello habitual de King, equilibrando el realismo costumbrista, la tranquilidad de las cosas menudas, con el horror de la ira descontrolada. Un excelente King, en suma.
domingo, 31 de octubre de 2021
sábado, 30 de octubre de 2021
Lecturas: Danza Macabra (Stephen King)
Son 616 páginas en tapa dura en el único libro de King editado por Valdemar. Y que ocupa el úndecimo puesto (es de 1981) cronológico, entre los escritos por el autor de Maine. Habrá que esperar a 2000 para que vuelva a dedicarse al ensayo con Mientras escribo. Esta vez, más que ocuparse de su propia obra, lo hace del cánon del cine y la literatura de terror en los treinta años anteriores. Es decir, no sirve para conocer mejor la literatura de King, por más que esté escrito con un estilo desenfadado y chispeante, irreverente por momentos. Sino sus gustos, su panteón personal, las películas y autores de los que se nutre. Que le guían e inspiran. Por lo tanto, este libro sí nos da las claves personales de King.
Tras un repaso por las diversas amenazas que conforman y nutren el género, el peculiar tarot con sus monstruos e intrusos, sus rupturas de la lógica y y las pulsiones a las que apela. Todo ello partiendo de un grupo de novelas fundantes de esa tradición: Frankenstein de Mary Shelley, El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson y Drácula de Bram Stoker. Sigue con un repaso a lo mejor del género en el cine, sin rehuir la serie B, al género en la radio y a sus deficiencias en la televisión, considerado el soporte más decepcionante. Finalmente, un recorrido exhaustiovo por obras de autores de su especial preferencia (Ray Bradbury, Shirley Jackson, Peter Straub, Harlan Ellison, Ira Levin, Richard Matheson, Ramsey Campbell, James Herbert...) Todo ello desde su experiencia de lector y haciendo que el lector se sienta tentado de compartir esas lecturas.
En definitiva, y sólo para quienes quieran ahondar, casi cavar en el género, una más que recomendable guía para quitarnos la culpabilidad de estos placeres. En definitiva, como King afirma en las páginas finales, El trabajo del escritor fantástico, o del escritor de horror, es hacer un agujero temporal en esa visión de túnel; proporcionar un único espectáculo poderoso para ese tercer ojo. El trabajo del escritor de fantasía o de horror es hacer de usted, durante un rato, otra vez un niño.
sábado, 2 de octubre de 2021
Lecturas: La torre elevada. Al-Qaeda y los orígenes del 11-S (Lawrence Wright)
Dondequiera que os halléis, la muerte os alcanzará,
aunque estéis en torres elevadas.
En un mensaje de vídeo, Bin Laden repitió tres veces este pasaje de la cuarta azora del Corán. De esta cita, incluida en las páginas finales de este brioso libro, viene su título. Ganador del premio Pulitzer en 2007, es una meritoria investigación sobre los orígenes de al-Qaeda que arranca de la experiencia estadounidense de dos años de Sayyid Qutb, cuya llegada al Nuevo Mundo coincidió con la proclamación del Estado de Israel, y que abrirá con sus escritos la puerta al radicalismo musulmán en todas sus disímiles escuelas. De ahí pasa a un modélico médico egipcio, Ayman al-Zawahiri (es curioso, e ilustrativo, el dato de que el bulto en la frente de este icónico hijo de puta se deba a un callo creado por innúmeras horas de estar rezando postrado con la frente en el suelo) que con esas lecturas y los mimbres que tenía a su alcance consiguió que se le acercara el saudí Osama bin Laden. El Afganistán de la lucha contra los soviéticos y el de los talibanes triunfantes después (pero, ay, antes de ahora) será el caldo de cultivo de las fechorías de ambos criminales y su taciturna pandilla. Lo que aporta este libro y que era menos conocido es el papel de la CIA, que enfrentada al FBI no compartió con él la información que podría haber evitado los ataques del 11-S.
Se erige como protagonista, héroe y, a la postre, mártir John O'Neill, un esforzado agente especial del FBI secundado por su compañero musulmán Ali Soufan, de origen libanés. La serie homónima de este libro prodigioso, disponible en Amazon Prime, con un Jeff Daniels colosal, ilustra con precisión este libro lleno de pormenores que incluye un epílogo redactado en 2011, tras la ejecución de Bin Laden, que intenta ser optimista pero en el que prima la amargura por lo que puede, y ha estado sucediendo, venirnos encima en los próximos años. Que Dios (cualquiera, menos Alá) nos pille confesados.