Es
una de esas lecturas que uno emprende como para quitarse una espina de décadas
y darse un capricho juvenil. Tenía yo 14
años cuando salió a los quioscos la Historia
de aquí de Forges. Entonces compré el primer fascículo (tiempos de “con el
primer fascículo, el segundo gratis”, y “con el tercer número, las tapas del
primer volumen de regalo”). Y pocos años más tarde, lo mismo hice con la Historia Forgesporánea. Sin avanzar más
allá. Ahora, cuando han pasado 38 años, encuentro en el escaparate de una librería
de segunda mano los tres tomos de la Historia
de aquí. Y en el interior, los tres de la Forgesporánea. Un feliz hallazgo.
Cumplí una deuda histórica comprando los seis volúmenes. 840 páginas de humor forgiano, a simple vista. Pero es mucho más: a razón de tres viñetas por página, se va siguiendo la historia nacional a través de los dibujos y los a veces interminables bocadillos de Forges, acompañados de textos en los que se ve la mano de un grupo de historiadores sólo nombrados en los créditos iniciales que, he aquí el mérito, desgranan la compleja historia nacional. Las fatigosas conjuras entre los visigodos, las sucesiones problemáticas de los reyes cristianos durante la Reconquista, las costumbres de lols pueblos pre-romanos, todo ello está aquí como puede estarlo en un manual académico. Con una redacción en la que se adoptan los clichés forgianos para quitarle hierro a la herrumbrosa historia. Mientras tanto, en sus viñetas, Forges adorna a los portugueses de florido y ditirámbico verbo y los adorna de inverosímiles tocados con plumas, tilda a los franceses de afeminados y frívolos, va colando donde puede los apellidos Poyales o Bustillo, haciendo figurar a Reus, en lo que debe ser una broma privada, en los mapas, venga o no a cuento, y muestra una justificada piedad hacia los sefardíes y los moriscos expulsados y resiste caer en los tópicos de la Leyenda Negra aunque señale los abusos de encomenderos y conquistadores. Bajo la sonrisa que sirve de anzuelo, mucha y algo árida información. Una obra, convertida en cultura popular, que gana con los años.